Una de las principales razones por las cuales los profesionales de la salud recomiendan el tratamiento complementario con fisioterapia, es la posibilidad de reducir el consumo de medicamentos. Existen estudios puntuales que indican que, en pacientes con depresión, la realización de terapias físicas ayuda notablemente a reducir la cantidad de fármacos que ingieren.
Entre los que sostienen esta teoría se encuentra el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, quienes han remarcado este importante rol del fisioterapeuta en más de una ocasión. El motivo de esta reducción en el consumo de fármacos está ligado a las variadas técnicas de intervención que puede realizar un profesional fisioterapeuta para mejorar el estado de ánimo y las posibilidades físicas del paciente.
Fisioterapia con acción antidepresiva
Los estudios que remarcan la importancia de la fisioterapia en el tratamiento de pacientes con depresión ponen el eje en la liberación de diferentes sustancias en el cuerpo, que funcionan como medicamentos antidepresivos. La principal ventaja es que los tratamientos fisioterapéuticos no tienen los efectos secundarios de los psicofármacos, convirtiéndose cuando es posible usarlos, en una excelente forma de combatir la depresión, mantener activo el cuerpo del paciente y enfrentar posteriores tratamientos que fueran necesarios.
¿Qué impacto pueden tener los fármacos en un tratamiento fisioterapéutico?
Otra consulta muy extendida entre los pacientes es el nivel de influencia que los medicamentos pueden tener en un tratamiento físico. Los profesionales muchas veces optan por un trabajo separado entre la farmacología y la fisioterapia, pero en realidad hay que buscar una complementación ya que puede haber importantes beneficios para las personas que requieren tanto el consumo de medicamentos como la realización de rutinas de fisioterapia.
Es necesario que los fisioterapeutas tengan conocimientos de farmacología ya que en muchos casos los pacientes vendrán con una serie de medicamentos que ya ingieren para diferentes dolencias. Puede que sea por las mismas dolencias que lo traen a un profesional de la fisioterapia, pero también existen las denominadas “enfermedades preexistentes” que le impiden al paciente funcionar adecuadamente o sin riesgos en caso de no ingerir determinados fármacos.
La clave, según profesionales del sector, es entender la justa medida. Tanto la fisioterapia como los medicamentos, pueden resultar dañinos si no se utilizan de forma medida. Por eso los profesionales de la salud tienen que tener un conocimiento variado y acorde para trabajar de manera complementaria.
En los últimos años, el consumo de medicamentos ha ido perdiendo popularidad, con muchas personas defendiendo una forma “natural” de tratamiento de las dolencias. Si bien la ingesta de fármacos puede tener efectos secundarios, no hay que olvidar que muchos de los medicamentos que han sido desarrollados permiten mejorar de forma notable la calidad de vida de las personas. Por lo tanto, el trabajo conjunto de los profesionales de la salud consistirá entonces en encontrar los puntos adecuados de cada tratamiento, mesurarlos y así poder llevar a buen puerto los tratamientos de personas con dolencias muy variadas.
Volviendo sobre los pacientes con depresión, la actividad física siempre ha sido vista como una alternativa natural para que el organismo secrete sustancias positivas para el estado de ánimo. De allí que tratamientos de fisioterapia ayuden a combatir dichas enfermedades.