Tener una mala postura no es solo un tema que nos preocupen a la hora de guardar la estética, además es un tema de salud que debemos tener presente. El día de hoy hablaremos acerca de las malas posturas, cuáles son y la mejor manera de mejorarlas.
En primer lugar recordaremos que cuando hablamos de la postura corporal nos estamos refiriendo a la manera de mantenerse o sostener el cuerpo cuando se está en movimiento o de manera estática, al estar dormido o al estar sentado, cuando caminamos o cuando levantemos peso.
Cuando se tiene una mala postura corporal se pueden general trastornos funcionales y físicos que, si no son tratados adecuadamente y a tiempo, podría afectar la calidad de vida. Por eso, nos pareció interesante el día de hoy hablar de las malas posturas.
Si unimos el sedentarismo con las malas posturas que se mantienen a través del tiempo se tiene como resultado cada vez más dolencias de tipo cervicales, lumbalgias y dorsalgias. Por eso es fundamental adquirir buenos hábitos de higiene postural, tanto en el trabajo como en las distintas tareas domésticas.
Qué es la higiene postural
Cuando hablamos de higiene postural nos estamos refiriendo a una serie de actitudes posturales, que tienen el objetivo de mantener una alineación de todo el cuerpo con el objetivo de evitar problemas.
El objetivo es tener los conocimientos adecuados y automatizarlos para así llegar a proteger la espalda. Así se llegará a tener una correcta postura.
Posiciones básicas
Cuando se duerme se deberá escoger un colchón que sea firme, no tiene que ser muy blando. Lo aconsejable es dormir en posición fetal, de lado con las caderas y las rodillas flexionadas con una almohada entre las piernas. En el caso de que se escoja dormir boca arriba se deberá tener en cuenta elegir una buena almohada, que permita que la cabeza quede levantada, alineada con el cuerpo.
Cuando se tenga que levantar un peso pequeño desde el suelo se recomienda poner los pies un poco separados, a la altura de las caderas para poder incrementar así la sustentación y poder flexionar las rodillas evitando flexionar la columna completamente. En estos casos la fuerza se tiene que realizar desde las piernas, nunca con la espalda.
Si se tiene que trasladar peso se recomienda empujar antes que arrastrarlo, las cargas se tienen que repetir siempre que sea posible, además de llevar el peso cerca del cuerpo.
La mejor postura cuando se está de pie, para evitar molestias en la región lumbar, es tener un cajón debajo del pie para así poder reposar durante la posición.
Cuando se está en el trabajo la pantalla del ordenador se tiene que colocar unos 45 centímetros de distancia del cuerpo, a la altura de los ojos o ligeramente por debajo. Tanto los antebrazos como las muñeras deberán estar en una posición recta, alineada con el teclado, con el codo flexionado a 90 grados. Prestar atención de tener los pies correctamente apoyados en el suelo. Con la rodilla al nivel de la cadera.
Si se siguen estos consejos y se hace ejercicio de manera regular, además de acudir a un fisioterapeuta seguro que el dolor de espalda desaparecerá.