La fisioterapia, como bien sabes, se encarga de reactivar alguna parte del cuerpo después de una enfermedad sorpresiva o una 
lesión deportiva. Normalmente se utilizan ejercicios físicos para la recuperación del paciente, pero el terapeuta puede utilizar diversas técnicas de fisioterapia, como la electricidad, que es muy benéfica y con resultados rápidos.
Electrificando las terapias
La electricidad ha cambiado nuestra vida radicalmente. En materias de medicina, el fenómeno físico ha ayudado a salvarles la vida a muchos pacientes, y darles la oportunidad de caminar o moverse a otros. La fisioterapia se vio muy beneficiada gracias a la electricidad, y actualmente es un tratamiento de manual para todos ustedes.
La electricidad en la fisioterapia, o propiamente dicho la electroterapia, depende de los problemas que tienen los pacientes tratados. El tratamiento con electrones depende de la intensidad, el tipo de corriente, los diferentes cabezales de los dispositivos y el tiempo estimado. En resumidas cuentas, la electricidad te sirve para aumentar el musculo o activar los nervios.
Cuando tienes dolor en los nervios, por ejemplo, el fisioterapeuta aplicará el tratamiento llamado ‘De fase aguda’’, que es una corriente muy leve que servirá como anestesia y analgésico, ambos con una efectividad que podría decirse ‘mágica’. Después de 7 u 8 tratamientos, tu lesión se desinflamará y terminará.
Cuando no puedes mover alguna parte de tu cuerpo, la electricidad en la fisioterapia te ayudará también. En este caso, la intensidad de los electrones será muy fuerte, contrayendo tus músculos y fortaleciéndolos, como si fuera una rutina cualquiera de gimnasio.
El fisioterapeuta te evaluará, y dependiendo de ello, se te diagnosticarán diferentes sesiones de electroterapia. En algunos casos necesitarás de diferentes potencias para salir avante.
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