El concepto esclerosis múltiple es muy escuchado a nivel social, sin embargo, también existe un gran desconocimiento sobre esta enfermedad. ¿Cuáles son los mitos falsos sobre la esclerosidad múltiple?
Existen tratamientos terapéuticos
Es cierto que este diagnóstico todavía no está acompañado por una cura definitiva. Sin embargo, desde el punto de vista de la promoción de la salud, conviene puntualizar que sí existen tratamientos terapéuticos para mejorar la calidad de vida de los pacientes. De hecho, también conviene puntualizar que más allá de la generalidad del término, la enfermedad es particular y concreta en cada caso.
Sin embargo, estos tratamientos terapéuticos no consiguen curar la enfermedad de un modo definitivo. De este modo, también conviene desconfiar de cualquier terapia sin base científica que promete la cura definitiva de esta dolencia. Ya que en muchos casos, este tipo de recetas milagro solo juegan con las expectativas de los pacientes y sus familias.
No todos los pacientes utilizan silla de ruedas
Existe una creencia extendida sobre cómo el deterioro físico del paciente le obliga de un modo determinista a utilizar una silla de ruedas para poder desplazarse. Sin embargo, conviene puntualizar que en muchos casos, los pacientes no llegan nunca a este estado. Es decir, la esclerosidad múltiple tiende a producir poblemas de movilidad pero en muchos grados y matices.
Pero otra creencia extendida es aquella que nos lleva a pensar que una persona con esclerosis múltiple no puede llevar una vida normal. Sin embargo, incluso aunque el paciente esté en silla de ruedas es muy posible que con el apoyo necesario pueda mantener muchas de las rutinas que seguía realizando hasta ese momento.
Los afectados pueden trabajar
Existe también la creencia de asociar este diagnóstico con la necesidad inevitable de dejar de trabajar. Sin embargo, en muchos casos es posible continuar con el ejercicio profesional, haciendo las adaptaciones necesarias para facilitar la tarea del trabajador. Evidentemente, la posibilidad de continuar trabajando también depende, en gran medida, de la tarea que se venía desarrollando a partir de ese momento.
Sin embargo, incluso en ese caso es posible buscar un empleo que se ajuste más a las circunstancias presentes. Algo muy importante porque el trabajo aporta bienestar a cualquier ser humano: ofrece autoestima, estabilidad económica e integración social.
Las vivencias también marcan a los protagonistas pero como muestra la resiliencia, a partir de la adversidad la persona puede extraer un mensaje de actitud positiva. Este es el caso, por ejemplo, del psicólogo Luis Arbea, afectado por esta enfermedad que imparte charlas como orador motivacional.
Puedes conocer su historia a través del libro SOS: conviviendo con la esclerosis múltiple. El autor padece la enfermedad desde el año 1996. Sin embargo, en este libro y en su propio testimonio de vida evita caer en el dramatismo porque el sentido del humor es una medicina más en la lucha contra el sufrimiento. Además, Luis Arbea explica algo esencial: la enfermedad no roba la identidad de la persona.
Hoy es el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple y conviene observar esta fecha con esperanza.