Cómo ayudar a minimizar el dolor de espalda

Hay una serie de remedios para aliviar el dolor de espalda que en su mayor parte se encuentran al alcance de la mano, a veces es bueno saber que algunas de las opciones que usted puede incorporar fácilmente en su rutina diaria pueden ayudar a manejar su dolor.

El hielo es un analgésico muy eficaz

Incluso con todas las opciones de tecnologías médicas disponibles, una sencilla aplicación de hielo puede seguir siendo uno de los métodos más eficaces para el tratamiento de un dolor de espalda o el cuello.

El hielo es generalmente más eficaz si se aplica poco después que se produce una lesión, o después de cualquier actividad que cause dolor o rigidez. El hielo también puede ser muy útil en el alivio del dolor postoperatorio y las molestias.

Cualquier forma de aplicación de frío a la zona lesionada – tal como una bolsa de hielo envuelta en una toalla o una bolsa de gel frío – debería ser útil, la combinación de la terapia de masaje con la aplicación de hielo es una buena alternativa para el alivio del dolor.

La terapia del calor es buena también para el dolor de espalda Si bien las cualidades generales de la calidez y el calor han sido durante mucho tiempo asociado con la comodidad y la relajación, la terapia de calor va un paso más allá y puede provocar un alivio del dolor y beneficios curativos para muchos tipos de dolor de espalda baja.

Además, la terapia de calor – como almohadillas térmicas, envolturas de calor, baños calientes, compresas calientes de gel, etc. – es barato y fácil de hacer. Algunos pacientes encuentran más alivio del dolor con el calor (ya sea calor húmedo o calor seco) y otros con hielo. Los dos tratamientos también pueden ser alternados.

Seccionar los ejercicios de estiramiento puede ayudar al dolor de espalda Si usted tiene músculos isquiotibiales tensos(los músculos grandes en la parte posterior de los muslos), el movimiento en la pelvis puede ser limitada, lo que puede aumentar el estrés en su espalda baja.

Para reducir este estrés es una buena idea de incorporar ejercicios de estiramiento en los músculos isquiotibiales en su rutina diaria. La flexibilidad isquiotibial normalmente debe incluir la aplicación de una presión para alargar los músculos isquiotibiales de 30 a 45 segundos a la vez, una o dos veces al día. Puede consultar con un médico o fisioterapeuta.

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