Uno de los trastornos del neurodesarrollo más extendidos en niños es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).
¿Qué es la hiperactividad?
Se identifica por un déficit en el desarrollo del nivel de atención y/o síntomas de hiperactividad e impulsividad. Se trata de un trastorno neurobiológico más habitual y problemático de lo que mucha gente piensa, definido por especialistas como una discapacidad invisible.
Esta alteración en la conducta se presenta generalmente de manera temprana, por lo que tiene un claro condicionamiento en la mayoría de los aspectos de la vida de la persona, teniendo en cuenta que es la franja de edad en la que comienza su desarrollo social y educacional.
¿A qué afecta la hiperactividad en el niño?
El aspecto que más preocupa actualmente es el de la educación (afecta a más del 5% de los niños en edad escolar) teniendo una trascendencia tal, que puede ser del bajo rendimiento académico e incluso causa del fracaso escolar de la persona en cuestión. Al tratarse de un problema asociado a la falta de atención, dificulta la realización de tareas tan básicas como seguir las explicaciones de un maestro, o concentrarse en la realización de una determinada actividad. Sin embargo, en muchas ocasiones puede ser interpretado como un problema disciplinario.
En la última década el avance científico ha sido revelador gracias, principalmente, a estudios en neurobiología que han revelado datos sobre el TDAH que hasta ahora se desconocían. Por ejemplo, el indicador de herencia multigénica que explica el patrón de heredabilidad. También se desvela la importancia del factor entorno.
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