Descubre cuáles son las principales ventajas de ducharte durante la noche por los agradables beneficios de bienestar que aporta esta experiencia.
Muchas personas tienen el hábito de iniciar la jornada con una ducha rápida para activar cuerpo y mente asumiendo el ritmo de la nueva jornada. Sin embargo, también existe la opción puntual de dejar la ducha para el momento de la noche ya que esta ventaja te ofrece numerosos beneficios de salud que hoy te contamos en Fisiostar.
No tienes prisa
Mientras que cuando inicias la jornada con una nueva ducha tienes prisa por terminarla para ir al trabajo, además de que el tiempo de la ducha roba minutos al desayuno o al placer de dormir hasta más tarde, por el contrario, la ducha del final del día te ofrece la ventaja de poder deleitarte en ese placer sin ningún tipo de prisa. Y este relax hace que el disfrute por ese placer sea más intenso todavía.
Liberar tensiones
El cansancio producido durante el día también puede producir tensión física y psicológica ya que muchas de las preocupaciones mentales tienen un efecto psicosomático. Sin embargo, gracias al placer de una buena ducha puedes experimentar cómo se liberan todas las tensiones corporales que has acumulado en este momento.
Hidratación de la piel
La piel también sufre el efecto de la contaminación ambiental. Sin embargo, por medio de la ducha y el uso de productos adecuados puedes potenciar un efecto hidratación y revitalizante en tu piel, especialmente, porque la piel se regenera durante la noche.
Sueño reparador
El descanso influye de forma directa en la salud general. Sin embargo, por medio de una ducha relajante tienes el poder de disfrutar de un sueño reparador con el que mimarte y cuidarte a ti misma. De hecho, una ducha nocturna puede ser un buen ritual para conectar con otras rutinas previas al momento de ir a dormir. La experiencia de ponerte el pijama limpio después de la ducha e irte a dormir poco después es una de las más agradables, especialmente, durante el invierno.
Una ducha durante la noche produce tal nivel de relajación física y emocional que tu disposición para el descanso es mejor. Un baño terapéutico con el que tener dulces sueños.
Efecto térmico
Desde el punto de vista térmico, una ducha durante el invierno tiene el poder de regular la temperatura corporal aportando un toque de calor frente a las altas temperaturas de la calle, por el contrario, durante el verano, la ducha en verano produce un agradable placer refrescante. Por tanto, la ducha te ofrece en cada época del año un bienestar específico.
No se trata de ducharte siempre por la mañana o por la noche, sin embargo, sí puedes disfrutar de este placer nocturno en momentos específicos, por ejemplo, cuando te apetece marcar un punto de inflexión claro respecto de la jornada laboral para disfrutar del ocio. Igualmente, también es un gesto sencillo para elevar el estado de ánimo, activar el optimismo, fomentar la introspección y experimentar agradables sensaciones de relajación.
Dolor de piernas
Puedes disfrutar de una ducha relajante durante la noche para evitar el dolor de piernas que puede producirse después de un día largo.