Natación durante primeros meses de vida
Que un bebé pueda aprender a nadar es algo enriquecedor tanto como para él como para sus padres, ya que podrá perderle el miedo al agua y no tener traumas como puede pasar de más grande. Nada más lindo que ver a un pequeño de meses de vida desplazarse por las aguas y disfrutar de sentir su cuerpito flotar. Claro que para esta disciplina es imprescindible que el bebé tenga el apoyo de sus papás y que le transmitan seguridad y amor. También será un requisito que los mayores elijan aquel natatorio que les parezco adecuado y con profesionales idóneos en la materia.
Jugar en las profundidades
Es la mejor manera de que un pequeño se entregue a este deporte que es la natación y pueda aprender sin siquiera darse cuenta que se trata de algo nuevo. Lo esencial para el bebé es que pueda ser respetado en el lugar, que sea escuchado, atendido cuando lo requiera y que se le tenga paciencia. Un chiquito es alguien con los mismos derechos que un adulto y jamás debe ser pasado por alto por más que aún no sepa hablar. Una vez que el bebé entre en confianza con el grupo y el profesor, será súper sencillo que las clases se conviertan en el momento deseado y en las que pueda sentirse parte de la experiencia.
Edad ideal para que comience a nadar
Si todavía no sabe caminar, no es requisito que aprenda para luego ir a natación ya que son actividades completamente distintas. También, es probable que el bebé al aprender a nadar antes del año, tenga fortalecidos sus músculos y pueda caminar antes de lo normal. Todo dependerá del incentivo que se le brinde en su hogar y de los temores que puedan sentir sus padres al momento de decidir que el niño tome clases en una piscina. Es realmente importantísimo que los adultos no tengan temores al agua y que si los tienen puedan disimularlos delante de sus hijos porque esto sino podría trasmitírselos y sería contraproducente.
Al agua pato
Hay que tener en cuenta el reflejo denominado corte glótico (cuando el bebé se sumerje se le cierra la glotis) que se puede ir estimulando de la siguiente manera: tomando al pequeño de las axilas, contando hasta tres y haciendo que se sumerja una vez él y la siguiente el padre o madre. De este modo irá avanzando y luego se le podrá hacer saltar un obstáculo como un aro y otro, también decir la frase «preparados, listos, ya» y sumergirse junto con él. En cuanto se considere, el bebé podrá ir flotando sobre objetos como una plancha por ejemplo e ir soltándolo de a poquito hasta que de sus primeros pasos. Jamás dejarle de prestar atención porque podría ocurrir un accidente.
Imagen extraída de: http://blogs.okdiario.com/




