Hay mucha gente que puede sufrir un ataque de asma en algún momento de su vida. Hay que tener mucho cuidado y acudir a socorrer a la víctima de inmediato. Estos ataques les puede suceder sobre todo a niños pequeños que comienzan a sufrir cuadros asmáticos, pues podría llegar a ser muy peligroso, incluso letal. En el ataque de asma, los músculos de las vías pulmonares sufren contracción y las paredes de las vías respiratorias se inflaman y se estrechan, impidiendo pasar el aire hasta los pulmones, por lo que se complica la respiración.
Algunas causas para estos ataques pueden ser ataques de alergia, resfriados, humo del tabaco, etc., pero no siempre están claras las causas de un ataque de asma, pues hay muchas personas que sufren ataques repentinos sin razón aparente.
Estos ataques se caracterizan por la dificultad al respirar, pitos o sibilantes al respirar, jadeos y sudoración, hipoxia (coloración azulada en lengua), ansiedad, mareos, tos, agotamiento, etc. En algunos casos más graves puede llegar a desencadenar inconsciencia o incluso una parada respiratoria.
Los objetivos a la hora de socorrer a una persona que sufra un ataque de asma son facilitar la respiración y conseguir ayuda médica inmediata. En primer lugar deberemos tranquilizar a la víctima. Intentar que se tome su inhalador en el caso de que lo tuviera y pedirle que respire de espacio y profundamente. La víctima deberá estar sentada, nunca tumbada para que sea más fácil el paso del aire.
En el caso de que la víctima pierda la consciencia, se deberá proceder a practicarle la respiración artificial y masaje cardíaco hasta qye venga la ambulancia.