La fisioterapia tiene, en los masajes y la masoterapia, una gran herramienta para trabajar en la recuperación de lesiones y dolencias físicas de diferente tenor. En este post exploraremos y aprenderemos acerca de las formas más extendidas de la masoterapia, la manera en la que se realizan estas técnicas y cómo elegir entre una y otra según nuestro propio cuerpo y los profesionales disponibles.
¿Qué es la masoterapia?
Con el nombre de masoterapia nos referimos a distintos grupos de técnicas manuales que tienen como finalidad la recuperación de las lesiones y enfermedades que puede sufrir nuestro organismo. Hay diferentes técnicas que se aplican de acuerdo al nivel de disfunción, siendo algunas más recomendables para dolencias del sistema circulatorio, otras para tendones y articulaciones o incluso masajes linfáticos o centrados en el tejido de la piel. Los masajes más habituales y las técnicas más extendidas dentro de la masoterapia son:
Masaje estético: estos masajes apuntan a la ruptura de los tejidos adiposos (la grasa acumulada) mediante movimientos de drenaje. Estos masajes rompen las cápsulas de grasa que se depositan bajo la piel, y de esta forma se pueden reabsorber a través del sistema circulatorio. Esto ayuda a que se minimicen las marcas de celulitis o la piel naranja. Los masajes estéticos también tienen como beneficio una mejora en la velocidad de regeneración del tejido, ayudando a obtener una piel más tersa y elástica.
Drenaje linfático: esta técnica de masajes son suaves y rítmicos. Apuntan a aumentar la velocidad de eliminación de las toxinas y a la estimulación general del sistema linfático y sus funciones. Los masajes de drenaje linfático se recomiendan principalmente en enfermedades y problemáticas relacionadas con la retención de líquidos, el acné, las inflamaciones o problemas circulatorios en general.
Masaje básico: estos masajes están centrados en mejorar el funcionamiento general del sistema circulatorio. De esta forma, se garantiza un mejor funcionamiento del organismo a nivel celular, ya que el organismo en su conjunto recibe mejor el oxígeno y otros nutrientes. Los masajes básicos consisten en una mezcla de movimientos de amasado, compresión, deslizamientos largos, profundos, estiramientos y contracciones. Se utilizan para reducir y eliminar contracciones musculares, dolores varios, fatiga y pesadez corporal, entre otras.
Masaje deportivo: este tipo de masajes es especialmente recomendado para practicantes de cualquier disciplina deportiva. Se refuerza el sistema muscular, las articulaciones y tendones. La principal función de estos masajes es evitar lesiones y posibles disfunciones ocasionadas en el organismo por la práctica deportiva (rotura de fibras, tendinitis, distención muscular, rotura de ligamentos o sobrecarga muscular, entre otras). Los masajes deportivos también ayudan mucho a reducir los efectos negativos de las lesiones osteo-articulares, las bursitis o esguinces.
Liberación miofascial: el síndrome miofascial es un cuadro de dolor focalizado, de origen muscular, que tensa una parte del músculo y se puede detectar mediante palpación. El masaje de liberación encuentra el núcleo, o nudo, y ayuda a recuperar la movilidad mediante punción seca o digitopuntura.
Esas son las técnicas de masoterapia más extendidas y de mayor alcance. Si necesitas algún tipo de terapia física para tus dolencias, puedes consultar a tu fisioterapeuta por estas propuestas.