La tortícolis o el cuello torcido es cuando el cuello, por varias razones, se queda torcido hacia uno de los dos lados.
¿Qué pasa cuando está deformidad se presenta en un recién nacido?
Entonces se convierte en una tortícolis muscular congénita del cuello.
Cuando un bebé nace con este problema, se puede ver durante los primeros dos meses.
Cómo saber si tu bebé tiene tortícolis
Los padres suelen darse cuenta muy rápido de si sus hijos tiene el cuello torcido porque sienten que tienen la cabeza inclinada hacia un lado y les cuesta mucho ponerla derecha o moverla hacia el otro lado.
Si se palma un poco el cuello, se puede notar como un pequeña bolita en forma de aceituna. Esta bolita es la lesión en el muscular.
Aunque es un porcentaje pequeño, un 20% de los niños que nacen con este problema, con el tiempo desarrollan problemas en la cadera.
Por esta razón, es recomendable hacer una ecografía a las 6 semanas explorando minuciosamente la cadera.
Cómo se cura la tortícolis muscular en el bebé
La tortículis se cura por medio de una serie de estiramientos especificados por su médico.
Todos los ejercicios se deben hacer con suavidad, ya que se va a manipular el cuello de un bebé. Normalmente, el médico marca el orden y la cantidad pero lo normal es que se hagan 4 veces al día 20 veces cada uno.
Tanto el papá como la mamá deben colaborar en esta labor, ya que lo más recomendable es hacerlo entre dos personas. Mientras uno le mueve el cuello, estirándoselo, el oro le sujeta suavemente los hombros para estabilizarlo mejor.
Tanto el médico como un fisioterapeuta, deberán seguir los avances del niño semana a semana y comprobar si se están haciendo de la forma correcta.
¿Has pasado por algo parecido con tu bebé?, todos los consejos de personas que ya hayan vivido una situación parecida son bienvenidos y pueden ayudar a futuros padres.
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