Nuestro cuerpo es un conjunto relacionado y no se compone de partes separadas. De esta manera, por sorprendente que pueda parecer a algunas personas, problemas como las contracturas musculares pueden provocar problemas en el oído. En este artículo te hablamos de los acúfenos, te contamos tus causas principales y te explicamos por qué una contractura muscular puede provocar acúfenos.
Qué son los acúfenos y qué los causa
Los acúfenos, también denominados tinnitus, son un problema que produce que las personas que lo padecen perciban un zumbido o un pitido en los oídos o en otras partes de la cabeza. Estos ruidos suceden sin que realmente existen estímulos externos que los reproduzcan, con lo que sólo los oye la persona que tiene este problema. Se trata de un problema especialmente molesto para las personas que lo padecen, no sólo porque no les permita escuchar bien y porque a la larga si no se trata puede suponer una pérdida auditiva severa, sino porque les impide relajarse, descansar y llevar una vida normal en su día a día, incapacitándoles en algunos casos en gran medida, al no permitirles concentrarse ni dormir bien por las noches.
Los acúfenos suelen aparecer por una alteración del sistema nervioso en la mayoría de casos y pueden llegar a perjudicar en gran medida nuestra salud auditiva si no se tratan a tiempo. De esta manera, resulta fundamental hacer frente a este problema nada más notar los primeros síntomas. Ahora bien para solucionar el problema con las mejores garantías debemos valorar su causa.
En la mayoría de casos las causas tendrán que ver con el oído, pero existen otros casos en los que son algunos problemas externos los que estarán provocando los acúfenos o pitidos en los oídos, y por tanto, si nos tratamos dicho problema (por ejemplo, un problema muscular), será mucho más sencillo el poder decir adiós a los acúfenos y recuperar nuestra calidad de vida.
Del mismo modo, como nos han explicado los expertos de Limpieza10.com para prevenir de manera eficiente los acúfenos es importante tener en cuenta el no someter a los oídos a estados de cambios de presión,así como también con que no nos entre agua en los oídos, por ejemplo en la ducha o en una bañera. Tampoco deberíamos someternos a ruidos elevados, porque pueden llegar a producir los acúfenos, sobre todo si nos exponemos a mucho ruido con el volumen alto durante largos períodos de tiempo (esto puede suceder en nuestro tiempo de ocio en conciertos o discotecas o también en el trabajo, si no usamos el material de protección adecuado para prevenir este tipo de contratiempos).
Finalmente, es fundamental evitar el estrés y la ansiedad porque el cansancio influye de manera notable en el organismo y puede llegar a provocarnos graves problemas si no le damos a nuestro cuerpo todo el descanso que merece.
Cómo puede una contractura provocar acúfenos
Ahora bien, aunque los sonidos, los golpes, el cansancio o el estrés suelen ser las causas principales de los acúfenos, lo cierto es que una fuerte contractura también puede provocarnos un problema de acúfenos. Los acúfenos, el tinnitus y los pitidos suele asociarse normalmente a causas óticas o problemas del oído, pero existen casos en los que este problema tiene mucho más que ver con otras causas extraóticas, que no tienen nada que ver con el oído.
Los expertos reseñan que si esto es así, lo más probable es que el origen sean las contracturas cervicales, aunque también existen otras causas externas que pueden provocar problemas de tinnitus, pero son mucho más comunes que los problemas musculares. No es de extrañar, si se piensa bien, que estas dolencias estén relacionadas. De hecho, existen muchas personas registradas que tras haber padecido contractura cervicales fuertes han sentido los oídos taponados y han empezado a escuchar pitidos y a padecer de acúfenos y tinnitus.
Es más frecuente de lo que parece que se asocien las contracturas y el tinnitus. En la mayoría de casos, además, la relación es tan estrecha que si la contractura empeora también empeora el acúfeno, mientras que cuando desaparece el problema o la contractura muscular también lo hace el problema del oído. Estos problemas están relacionados además con el estrés y la ansiedad, que empeoran ambas condiciones.
De esta forma, el mejor tratamiento para hacer frente a estos problemas es, según los expertos, el consumo (siempre bajo supervisión médica) de relajantes musculares para tratar la contractura, combinado junto con estiramientos, ejercicios de movilidad y varias sesiones de fisioterapia hasta conseguir que el problema desaparezca. Lo más normal es por tanto que cuando se trate y desaparezca la contractura, desaparezcan también los problemas de acúfenos y tinnitus.
Ahora bien, si esto no sucede en este orden, sin duda será fundamental visitar cuanto antes a un buen especialista del oído para que valore las causas principales de nuestro problema de audición y nos ayude a solucionarlo. Como reseñan los expertos consultados, si hablamos de acúfenos producidos por causas que sí tienen que ver con el oído, sin duda el tratamiento será mucho más especializado, con la finalidad de conseguir que el paciente pueda recuperar su audición normal y su calidad de vida.