La fisioterapia tiene varias aristas y puntos a tratar que van más allá de solo los músculos de nuestro cuerpo. O para hilar más fino, podríamos decir que, en consecuencia, nuestros músculos son su mayor interés, pero el cuerpo humano es un todo que debe ser tratado como tal.
Es por ello que hoy te hablaremos de la fisioterapia respiratoria. El objetivo de la misma es conseguir una mejora en los síntomas que afectan a la persona.
También, por supuesto, el gran objetivo es enlentecer la progresión de una enfermedad que esté afectando al paciente, y así poder conseguir la máxima respuesta de su capacidad física, mental, laboral y social. En otras palabras: mejorar sensiblemente su calidad de vida frente a un mal que lo queje.
Por todo esto, es preciso recalcar en este punto que los procedimientos de la fisioterapia respiratoria se basan en dos sustentos. Estos son la terapia física, que consistirá en fisioterapia respiratoria y ejercicios acordes a la respiración. Y el entrenamiento muscular, que tonificará, le dará más fuerza y por ende mejorará el estado general de los músculos respiratorios.
Aquí ya es importante comenzar a hablar del drenaje postural. Y consiste en la técnica que mejor se tolera y es la predilecta para la eliminación de las secreciones. Como su nombre lo indica, el objetivo es lograr que las secreciones drenen por acción de la gravedad hacia los bronquios mayores, la tráquea y así conseguir expulsarlas con la tos.
Un dato muy importante sobre el drenaje postural, es tener presente poner al paciente en la situación más adecuada, según la zona del pulmón que se está deseando drenar. Por supuesto, todo esto debe ser realizado por un profesional capacitado.
Lo siguiente a tener presente en este punto es que cada posición que el fisioterapista le indique al paciente, debe mantenerse durante tres a cinco minutos. Pero a tener muy presente que antes de dar inicio a las técnicas, es importante que el paciente sepa toser y respirar en forma profunda. Huelga aclarar que todo esto no debe realizarse cuando la persona acaba de almorzar o cenar.
Lo siguiente a realizar estará emparentado con la percusión y la vibración. Para esto, se utilizan en pos de ser asociadas a la técnica del drenaje postural. La percusión, entonces, consiste en dar palmadas, de forma rítmicas, y con las palmas de las manos, de forma hueca. Con esto lo que se busca es desalojar las secreciones espesas adheridas a las paredes bronquiales del paciente.
A su vez, la vibración trata en la compresión intermitente de la pared torácica, fundamentalmente durante la espiración. Así se busca aumentar la velocidad del aire espirado y con ello ir desprendiendo las secreciones que aquejan a la persona.
Llegamos a un punto que no parece ser relevante, pero que por el contrario lo es. Que es la educación de la tos. Esta técnica fisioterapéutica consiste en enseñarle a toser a la persona, luego de una inspiración profunda y durante la espiración. También se busca con ello que el paciente lo haga en dos o tres tiempos, para así tener un mejor arrastre de las secreciones.
Suele indicarse en el pre y postoperatorio y principalmente en paciente con excesivas secreciones, así también en aquellas personas que tienen una producción excesiva de esputo.
Todos estos ejercicios buscan disminuir el trabajo respiratorio que aqueja la calidad de vida del paciente, mejorar la oxigenación y así aumentar la función respiratoria. Es aconsejable realizarlos solo una vez al día.