De todas las madres, comadronas y monitoras de las clases de preparación al parto, es conocido el hecho de que una buena respiración pre-parto causará un mejor alumbramiento en la madre causando bebés mucho más sanos, sin traumas a la hora de nacer.
Y es que la utilización de una buena rutina a la hora de tomar las respiraciones necesarias creará en la madre una buena predisposición a la relajación, creando menores tensiones, ayudando a relajar los músculos creando un parto mucho más natural y sin miedos. Las respiraciones también influyen en el bebé, ya que genera un mayor aporte de oxígeno, hasta el momento en que se corta el cordón umbilical.
Dentro de las técnicas de respiración dedicadas a la fase de dilatación y pre-parto nos encontraremos con varios tipos que aumentarán el bienestar y la calma, dentro de la novedad que es dar a luz. La respiración dirigida desde el abdomen será la perfecta para aliviar las contracciones más dolorosas del cuello uterino durante la dilatación y se deberán realizar de forma continua llenando los pulmones y traspasando el aire para el abdomen viendo cómo se hincha, al expirar podrás ver como el abdomen se soltará contrayéndose, se parecen a los ejercicios de respiración de canto (para que te hagas una idea de una comparación)
En un segundo trabajo de respiración deberás tomar el aire y expulsarlo como un soplido con toda tu fuerza, este te ayudará a liberar el estrés o la ansiedad causada por el dolor de las contracciones, buscando siempre un remedio para que intentes buscar la calma dentro de la agitación de la maravillosa tarea de dar a luz a una nueva vida. En la fase última de la dilatación, próxima a la de expulsión, las respiraciones podrán ir acompasándose a los movimientos que surgen provenientes del abdomen y el cuello uterino, el resultado serán unas contracciones mucho menos dolorosas y una experiencia mucho más feliz.