El universo de la estética se encuentra en una constante evolución. Para mantenerse en este medio como buen profesional se debe estar actualizado y una de las técnicas que está a la vanguardia actualmente es la maderoterapia. Por eso es recomendable ir más allá y prepararse con un curso de maderoterapia, que te permita ofrecer una experiencia grata y de excelentes resultados a tus clientes o pacientes.
La técnica se ha practicado por muchos siglos. Se dice que este solicitado método, llamado maderoterapia, se comenzó a aplicar en los países orientales como una opción natural en la lista de tratamientos cosméticos que dio resultados favorecedores en la piel y que se ha perfeccionado con los años.
Son muchos los expertos en el tema que actualmente exponen, a través de un curso de maderoterapia, las mejores técnicas para contornear y mejorar el aspecto de la silueta, ya que se ha comprobado que es una gran alternativa para disimular la celulitis con instrumentos de madera.
En resumen, la maderoterapia es una excelente técnica de masaje con la que se pueden conseguir grandes beneficios estéticos, pero para lo que es importante la formación, puesto que en el método intervienen roces rápidos con la madera y es determinante ofrecer un servicio con procedimientos indoloros y no invasivos.
Cursos de maderoterapia, ¿cómo hacerlos?
Aun cuando la maderoterapia es un método de masaje natural, no es una técnica que puedes añadir a tus servicios estéticos si no la conoces a la perfección. Una fricción mal realizada puede dejar resultados no deseados.
La formación en maderoterapia ayuda a conocer los procedimientos, fuerza y rapidez que se deben hacer en cada punto a trabajar. Una mala técnica en masajes de maderoterapia puede ser muy doloroso y dejar secuelas tras realizarlo.
Si te gustaría añadir este servicio a tus clientes y no tienes idea del tema, puedes elegir un curso de maderoterapia presencial o iniciarte en el aprendizaje online con una academia reconocida donde planifican clases para conocer todo sobre este innovador tema y convertirte en un experto.
Cómo funciona la maderoterapia
La forma en la que se aplica la maderoterapia parece agresiva para muchos y esto se debe a que se hacen movimientos rápidos frotados sobre aceite en la zona. Es una acción que produce ruidos tras la fricción de la madera con el cuerpo, pero la realidad es que el contacto tiene su técnica que es superficial, por lo que no debe causar lesiones.
Con las clases de masajes de drenaje linfático con la maderoterapia se consigue mejorar la circulación y flujo sanguíneo y con esto, reducir la grasa con técnicas o movimientos que se adaptan al área a tratar con los masajes.
Todo una enseñanza que debe supervisar un profesional con el fin de evaluar los procedimientos.
Por qué hacer el curso de maderoterapia
Un curso de maderoterapia es una preparación rápida, por lo que la inversión te va a permitir obtener resultados inmediatos. Primero, porque es una técnica de masaje natural que está a la vanguardia y si te preparas con los mejores conseguirás clientes para siempre.
El aprendizaje es rápido y eficaz. La recomendación universal en este tema es prepararse en masajes de maderoterapia al cien por cien, sin dejar espacio para las dudas. Los clientes conseguirán resultados, tales como: reducción de centímetros, eliminación de la celulitis, tonificación de la piel, levantamiento de glúteos y uno de los más solicitados, la maderoterapia de busto, que deja grandiosos resultados visibles en pocas sesiones.
Más razones:
- La maderoterapia es una técnica con una gran demanda laboral que puedes aprovechar.
- Es un servicio con mucha demanda, se puede ejercer esta técnica en spas, hoteles, estéticas, clubes, balnearios o gimnasios. O decidirte por hacerlo de forma personalizada.
- Si ofreces un buen servicio, tus clientes te recomendarán y puedes ofrecer desde promociones hasta premios por su fidelidad.
Casi todas las academias ofrecen a los participantes, con el coste del curso, el kit completo para el curso de maderoterapia, dependiendo de la institución te ofrecerán el número de piezas que necesitas para la formación, pero todas son herramientas de madera.