Dentro de los cuidados de los bebés podemos incluir una rutina de masajes, son ideales para relajarse y demostrarle amor a los niños. Los masajes terapéuticos para niños reciben el nombre Shantala, los mismos tienen sus orígenes en la India.
Después de haber observado a una madre darle un masaje a su bebé, el doctor francés Leboyer quedó impactado por la fuerza de los movimientos y los grandes beneficios que está práctica tenia en los pequeños.
Así fue que el doctor Leboyer importa la técnica a Occidente, bautizando la secuencia de los movimientos con el nombre de aquella madre, Shantala. El hecho de tocarlos, acunarlos, acariciarlos, masajearlos es algo importante para los niños, lo mismo que son los nutrientes de los alimentos.
Mediante los mensajes se puede calmar a los niños, fomentar la resistencia del organismo, lograr que tengan un sueño tranquilo y un desarrollo psíquico positivo. Sin lugar a dudas este es no de los momentos del día preferidos del bebé, en estos momentos se generará una sensación agradable porque no se trata solo de tener un contacto de pieles sino ademas de recibir sensaciones por medio del olfato, visión y oído.
Si el masaje forma parte de la rutina el bebé sabrá que, por ejemplo, después del baño y antes de dormir recibirá ese momento tan esperado. Mediante las diferentes acciones el bebé sabrá que recibirá un masaje. En ese breve instante el pequeño comenzará a sentir una sensación de paz y disfrutará de un gran placer.
Generalmente a los bebés les gusta el contacto físico, los masajes conseguirán darle un efecto calmante y relajante. Se puede consultar vídeos para aprender a realizar masajes. Vale la pena aclarar que no será necesario realizar un curso técnico. El instinto de la madre ayudará a indicar cuál es el masaje que el bebé necesitará.
Se podrá darle masajes a los bebés desde el primer mes de vida y se podrá extender hasta que se desee. El masaje consistirá en orientarse por una dirección y una secuencia de movimientos dependiendo de la edad del pequeño.
Para que sea efectivo se deber´colocar dos ingredientes básicos: la delicadeza y la ternura. Al brindarle placer al bebé se estará beneficiando a la relación entre ambos, una manera de comunicarse entre ambos.
Se aconseja realizar un masaje a diario, siempre antes o después del baño, en un ambiente que esté calentito y cerrado, en la época del verano se podrá realizar al aire libre asegurándose de que el pequeño no tome frío. Se puede poner música suave de fondo para facilitar la interacción
En primer lugar sentarse en el suelo con las piernas estiradas, la espalda recta y los hombros totalmente relajados. Cubrir las piernas con una toalla o una mantita que se usa normalmente para el bebé. Coger al bebé desnudito y acostarlo sobre la toalla en una posición en que ambos se puedan ver. Untarse las manos con una crema especial para hidratar la piel de los bebés o en aceite natural.
Es importante concentrarse en realizar movimientos con firmeza, siempre desde dentro hacia afuera y del centro para el lado de las extremidades o de abajo hacia arriba. Empezando del lado izquierdo y yendo hacia la derecha, a un ritmo lento y constante, moderando la presión de los dedos dependiendo de la zona.
Empezar por el pecho, deslizar las anos del centro para los lados, primero el lado izquierdo y después del lado derecho.
Continuar por los brazos y girar al bebé de lado, sujetándolo por el hombro y realizando movimientos del hombro hacia el pulso, manteniendo siempre un ritmo constante.