No solo las personas mayores son las únicas que pueden recibir masajes, esta demostrado científicamente que realizar masajes a los bebés ayuda tanto a su aspecto emocional, como al físico, esto se debe a que el tacto es el primer lenguaje del recién nacido, su primer medio de comunicación y desempeña un papel esencial en la formación inicial de la relación entre padres e hijos. Cuando lo acostumbras a recibir masajes, le demuestras el afecto que sientes por el bebé, gozando de un bienestar general.
Los beneficios físicos son: Cuando uno mitiga la tensión muscular, el masaje infantil sirve como vía de escape de las emociones, disipando traumas y la ansiedad asociados con el parto. Cuando se reducen los músculos, absorben sangre, y cuando se contraen, ayudan a bombear la sangre de vuelta al corazón contribuyendo al retorno venoso. La cabeza, manos y pies, suelen estar fríos porque el sistema circulatorio del bebé no esta totalmente desarrollado, si masajeas, ayudaras a circular la sangre, logrando que el pequeño cuerpo entre en calor.
Dentro de los beneficios emocionales están: Si se realiza de manera habitual se reduce el nivel de cortisol, una hormona emocional presente en el sistema circulatorio, dicha reducción es constante y se mantiene entre las sesiones de masaje. Si seguimos en el mismo término, se estimula la liberación de opiáceos naturales del cuerpo, los cuales son las endorfinas, que tienen como función disminuir el dolor. Otro beneficio es que mientras das el masaje, se mantiene el contacto visual con el bebé, fomentando el cariño.
Como puedes observar, cuando realizas el masaje para el bebé no solo le ayudas a relajarse sino que también ayudas a que su cuerpo trabaje mejor, se siente querido y protegido, características básicas para el crecimiento de un excelente ser humano.